Hay una película de Adam Sandler que no tuvo mucho éxito. La historia gira alrededor de un control remoto que le permite acelerar, pausar y retroceder su vida. Emocionado, el protagonista elige adelantar todas las partes de su vida que son incómodas o dolorosas. Y ¿quién lo puede culpar? Estoy seguro que más de uno de nosotros desearía, en ciertos momentos de nuestras vidas, poder adelantar o detener el tiempo.
Las palabras del poeta Rainer María Rilke se han convertido en centrales en mi vida. Su invitación a vivirlo todo: lo placentero tanto como los desafíos, la dicha tanto como el llanto, los momentos de conexión tanto como aquellos de soledad.
Vivirlo todo y vivir las preguntas es una invitación a la curiosidad, a suspender los juicios o la necesidad de saberlo todo con claridad. Es un ejercicio espiritual que nos llama a vivir en los espacios intermedios, en el umbral del cambio, en las transiciones. Es un recordatorio de que todas las emociones soy parte del ser humano.
¿Cuáles son las preguntas que viven ahora en tu corazón y en tu mente? ¿Qué respuestas andas buscando? ¿Qué te ayuda a mantener la curiosidad mientras llegan las respuestas y no dejar que te consuman las experiencias difíciles?

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