La casa de huéspedes

En estos días he estado pensando en las emociones y en el papel que juegan en nuestras vidas. Parte de vivirlo todo es aprender a estar presente con nuestra emociones, incluso cuando estas no son agradables o, tal vez, con mayor razón cuando no son agradables. Nuestra emociones, todas, nos dicen algo que lo que está pasando a nuestro alrededor, de nuestras necesidades, de nuestras áreas que necesitan ser exploradas para crecer.

Hay una tendencia en redes sociales y en la popularidad de ideologías de superación personal que tratan de reprimir ciertas emociones en nosotros. Emociones como la tristeza o como el enojo a menudo se les considera como emociones inferiores y no dignas. Lo único que logran es que hayan millones de personas caminando por las calles, en las carreteras y en los lugares de trabajo que no sabe qué hacer, y a veces ni siquiera definir, lo que siente.

Las palabras de Rumi son un recordatorio para mí de que ni las tristezas, ni las frustraciones, ni las alegrías son permanentes. Al contrario, nuestras emociones están en constante movimiento, respondiendo a estímulos externos e internos. Somos y sentimos, sentimos porque somos. Es una buena práctica esto de ver a nuestras emociones con curiosidad y preguntarnos ¿Qué me quiere decir esto que siento? Y no es fácil, porque a las emociones difíciles nadie les quiere abrir la puerta. Ojalá aprendamos a ver la bendición escondida que a veces viene con ellas.

Lo que viene y va

La casa de huéspedes - Rumi

Esto de ser humano es una casa de huéspedes. Cada mañana una nueva llegada:

Una alegría, una depresión, una maldad,

alguna comprensión momentánea llega

como visita inesperada.

¡Recíbelos y dales la bienvenida a todos!

Aunque sean una multitud de penas

que violentamente arrasaron y vaciaron

tu casa de todo mueble,

aún así, trata a cada huésped noblemente.

Puede estarte despejando

para un deleite nueve. El pensamiento oscuro, la vergüenza, la malicia

recíbelos en la puerta riéndote e invítalos a entrar.

Agradece lo que venga

porque cada uno ha sido enviado

como un guía del más allá.